Burocracia de color de rosa

by | Jul 12, 2017 | LEGAL, LIFE IN UK, STUDIES | 2 comments

Tienes ya ciertos años y acumulas unas cuantas horas perdidas en la Administración Pública. Sea por lo que sea y para lo que sea, rara vez sientes que no has perdido tu tiempo haciendo cualquier tipo de trámite. Eso por no hablar de la desagradable sensación que te dejan buena parte de los funcionarios que están al otro lado del mostrador. Esa legión de personas que porta una especie de capa de invisibilidad humana y que te recuerda la inmensa brecha que hay entre tú y tus intenciones para con el Estado. Teniendo suerte te irás del mostrador con mal sabor de boca, otras veces a esos trabajadores les da por decirte todo como si te regañaran por hacer tus trámites.

Por eso cuando te vas a otro país en el que la burocracia es más ligera y el servicio al ciudadano al menos se transmite en apariencia, incluso te sientes en una especie de ensueño. Entras a los lugares donde realizar los trámites, pueden ser bancarios, con el council, da igual, cualquier trámite y no hay tanta gravedad en el ambiente, no hay tanto peso sobre ti. Los colores son más vivos, el ambiente huele a fresa ácida, la gente es más amable. Todo el mundo espera su turno a lo suyo, nadie te toca el brazo para decirte nada, no escuchas ningún resoplido, ni una voz más alta que otra, otro concepto de burocracia.

Llevaba ya un tiempo hecha a esas diferencias culturales y tocaba tomar la decisión de estudiar y sacar más provecho de mi estancia en Escocia. Hablando con una amiga allí, me comentó que en cuanto a burocracia, el sistema educativo de Escocia no era tan complicado. Yo no daba crédito cuando salí de la Edimburgh Napier University donde concerté una entrevista con el departamento de orientación. En ningún momento me preguntaron por las anteriores titulaciones, tampoco si estaban relacionadas, en todo momento se me tomó en cuenta por el mero hecho de tener interés en estudiar, sólo insistieron, y además aún resuena en mi cabeza, en que escogiera la carrera en función de mis gustos y expectativas, sin pensar en nada más. He de reconocer que los primeros estudios que realicé en España los realicé bajo el yugo de las salidas laborales que en un momento dado pudiera alcanzar. En el momento en el que la orientadora me dijo eso, me tembló la barbilla como a Heidi y a punto estuve de ponerme a llorar.

Tomé la decisión después de una de las mejores llamadas telefónicas de mi vida y me trasladé a Glasgow tan pronto recibí la maravillosa carta del Glasgow Metropolitan College para comenzar mis estudios en Producción de Radio. Conseguir esa carta para mí, fue el mejor trabajo de márquetin y venta de mí misma que he hecho nunca. Una vez seleccionada la titulación que quería con absoluta certeza y determinación, busqué la escuela. En este caso la titulación se me ofrecía en Glasgow, entraba en fechas y simplemente quería estudiar. Para la titulación que yo quería pedían un alto nivel de inglés, pero eso no me detuvo y experimenté lo que venía diciéndote al principio de este post, la ligereza burocrática en el sistema educativo Escocés. Fueron al menos tres las reuniones que me hicieron falta con el jefe de estudios de la rama que yo había escogido, para poder comenzar mis estudios allí.

En mi imaginación, en cuanto al trámite, yo visualizaba la formalización de mis estudios allí con un mínimo 750 gramos de papel, sellos estampados en rojo, azul y verde, todo tipo de compulsas e incluso lacro, a la vez que unas cuantas regañinas por ser una ciudadana realizando sus trámites, pero no, lo único que me hizo falta demostrar fue el interés que yo tenía en formarme y la valía que yo tenía para posteriormente, desarrollarme profesionalmente en esos estudios. Nunca le eché tanta imaginación a la descripción de mis aptitudes, si lo hubiera grabado lo hubiera transcrito.

Fácil, fue fácil y tan sencillo acceder a la titulación que yo deseaba -que la parte difícil realizar, los estudios- ya tenía un plus de motivación. Tan sólo una entrevista, una solicitud, una prueba de nivel y mis ganas frente a la cantidad de solicitudes, pagos, sellos, consultas, plazos y regañinas por parte de algunos (muchos) funcionarios en España, por las que en su día tuve que pasar. Sin hablar de la experiencia laboral que pasé mientras estudiaba y trataba de compaginar mis estudios. Según tuve mi horario de clases, sólo tuve que presentarlo en mi trabajo para que me adaptaran las horas de trabajo a mis horas lectivas. Una maravilla, entrar al pasillo del college era como estar en un musical.

Por mi experiencia posterior aquí en España, los trámites a la hora de iniciar cualquier estudio no se han cambiado mucho. Por eso si decides estudiar en Reino Unido, que sepas que estás en lo correcto de alguna manera. En mí queda, aún con el paso de los años, ese buen sabor de boca de conseguir estudiar lo que quería, simplemente por mis ganas e insistencia, sin sufrir las barreras que te impone la burocracia, en países como España. A parte de ese beneficio, el título te abre las puertas internacionalmente, una vez dentro gozas de excelentes recursos, mejoras el idioma y existen determinados descuentos e incluso becas por ser estudiante tanto si estudias part time o full time a día de hoy. Y te aseguro que la experiencia de solicitar cualquiera de estas becas y ayudas no tiene nada que ver con lo que has vivido anteriormente.

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Me llamo Menchu

Escribo sobre experiencias de trabajo en Reino Unido, comparto historias que te ayudan a pensar cómo puede ser tu vida en el Támesis. La newsletter de From Lost to the Támesis es gratis y en ella comparto mucho más de lo que ves aquí en la web. ¡Entra! Me gustaría conocerte ♥ 

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