Inmersión lingüística en UK III: luces y sombras

Inmersión lingüística en UK III: luces y sombras

Inmersión lingüística en UK III: luces y sombras

El tema de la inmersión lingüística en UK tiene claroscuros.

María nos ha dejado claro que a ella le resultó muy ventajoso contar con la ayuda de un tutor que da clases one to one. Ha disfrutado mucho de la metodología tan organizada que tenía Simon y ése es uno de los motivos por los cuales le gustaría repetir en Brighton.

Aunque, para ser objetiva, en esta parte de la entrevista María comenta también los aspectos más negativos que pudo percibir durante su estancia en el Reino Unido.

 

#1 Cultura y relación con los niños de la familia

M:  Por la tranquilidad del ambiente de Brighton, Alicia desarrolló mucho la creatividad, realizando actividades como pintura, papiroflexia (u origami) y trabajos manuales en general.  Y tuvo también oportunidad de compartir actividades con niños diferentes, ya que en el campamento había niños autistas integrados de manera natural en su mismo grupo y ella vio eso como normal.

Además de la creatividad, Alicia pudo desarrollar incluso su nacionalismo.  Yo me quedé sorprendida. Como a mí me gusta tanto cómo se vive en Reino Unido siempre hablo de sus cosas positivas sin darme ni cuenta. Esto quizá podría parecer peyorativo puesto que se hace una comparación de cómo se hacen las cosas en un sitio o en otro. Aunque yo no tuviese esa intención, Alicia se llegó a enfadar conmigo: “¿Por qué hablas tan mal de tu país? ¡No entiendo!” Le salió la vena nacionalista.

M. G: Yo creo que el sentimiento nacionalista nos sale a todos cuando estamos fuera porque se establecen las diferencias culturales.

Los niños que vivían en la casa eran “super” educados y casi ni molestaban. Alicia se integró bien con ellos, aunque entabló relación más cercana con la pequeña de la casa, que tendría unos cinco años.

Cuando regresaron después de pasar unos pocos días visitado a los abuelos, la niña mostró un cambio en su comportamiento ya que comenzó, de forma inesperada, a pegar a Alicia. María no quería prestar demasiada atención (seguramente era por celos) pero un día Alicia entró muy enfadada a la habitación, diciendo que a otra niña le daba puñetazos y patadas.  Alicia es una niña que no miente habitualmente y María no tenía por qué dudar de la palabra de su hija, así tuvo que tomar cartas en el asunto. Habló con la madre ¡y se armó la revolución! Todos en aquella familia estaban desconcertados por el comportamiento extraño de la más pequeña. En todo momento a ellos se les veía muy atentos con la educación de sus hijos. No le encontraban explicación. Lo atribuían a la ingesta excesiva de dulces durante los días que estuvieron fuera de casa. Finalmente, la madre habló con Sady, todo volvió a la normalidad y las niñas se hicieron amigas nuevamente.

 

#2 ¿Contratarías un seguro  familiar?

El otro tema “espinoso” que María desea comentar, para completar un poco el panorama de la inmersión lingüística en UK,  tiene que ver con el seguro contratado desde España.

La planificación de este viaje incluía también unos días en Edimburgo, también por la plataforma de AirBnB (como hemos comentado en la primera parte de esta entrevista) María contrató especialmente un seguro familiar por 35 días.

M:  El seguro lo contraté por estar respaldada el caso de que me pasara algo o no podía cuidar a Alicia. Además, mi suegro estaba enfermo y quería asegurarme que podíamos volver a Madrid en cualquier momento.

Y efectivamente, el estado de salud del suegro se agravó y tuvieron que regresar del Reino Unido antes de lo previsto.

M:  En la compañía aérea me dijeron que no pasaba nada. Sólo tenía que comprar el billete. El seguro cubría el billete de avión de regreso para ambas y dos trayectos en taxi.

Al llegar a Madrid, María se lleva la sorpresa cuando el seguro le informa que no le van a reintegrar nada:  el suegro “no es familiar directo” y, por tanto, no está cubierto por la póliza.

M: Me fui pensando que mi suegro era mi suegro a todos los efectos y lo es. Los seguros son unos sinvergüenzas, esto quiero que figure. Sobre todo, el seguro de Protección Familiar el de ATI O ITI.

Eso no lo volvería a hacer. No contrataría ningún seguro. ¡No se lo recomiendo a nadie!

M. G: ¿Ningún tipo de seguro?

M: La compañía de seguros a día de hoy no ha hecho más que dar vueltas.  Por el vuelo que Ángel no realizó, la empresa de aviación (Ryanair) nos ha dado un voucher, un cupón por el valor de billete. No nos ha dado el dinero, pero puedes volar con ellos, por 6 meses y no es nominal.

En cambio, el seguro nos pide que renunciemos a ese voucher de Ryanair sin asegurarnos si nos van pagar o no.

Además, el seguro que María contrató no incluía vacaciones no disfrutadas, aunque a día de hoy no sabe si fue un error no contratarlas o si lo hizo bien, porque no se ha sentido respaldada por la compañía de seguros.

M:  En el caso mío y de Alicia aún no sabemos si nos van a devolver el dinero, pero me dirigí a AirBnB y ellos, en cuestión de unos pocos días, me devolvieron la totalidad del dinero por la casa que tenía contratada en Edimburgo.

Esto indica que las compañías responden, no necesitas un seguro.

M.G.: Al menos, algunas compañías…. Porque AirBnB es una plataforma y Ryanair, a pesar de ser una aerolínea de las llamadas “de bajo coste”, te ha devuelto todo. No te da el dinero, pero no te deja sin nada.

 

#3  ¿Tarjeta sanitaria?

La mayoría de gente que sigue este blog son profesores y yo personalmente digo a la gente que no es necesario sacarse la tarjeta europea sanitaria, pero me interesa conocer la opinión de María sobre este tema:

M.G.: El seguro de viaje que no te ha servido para nada ¿y el seguro de salud?

M:  En cuanto a sanidad, tú con tu Seguridad Social vas allí a cualquier sitio, a cualquier hospital público. Yo tenía la tarjeta de MUFACE y si me hubiera puesto enferma ya hubiera buscado yo la forma. No hubiera utilizado el seguro, porque si ponen problemas para esto del viaje de vuelta, no me quiero ni imaginar ante un problema serio de salud.

Sí hubiera utilizado el seguro en caso de no poder atender a Alicia, pero visto lo visto ¡menuda ayuda! me hubieran prestado. Hubieran puesto excusas…  Me cabe la duda.

Evidentemente, no se trata del coste del seguro, sino de que la cobertura ofrecida no es lo que en realidad María ha recibido. La recomendación es asegurarse de que la póliza cubra lo que uno quiere realmente para no llevarse sorpresas.

 

#4 ¿Cuánto pondrías de presupuesto de gasto diario?

M.G.: Hablando de dinero… en una estancia allí, haciendo una vida normal con un niño ¿cuánto puedes gastar al día?

M: Divide 5000 entre 26: 192€ por día aproximadamente. Está incluido todo desde el mismo día que salí de mi casa: billete de avión, comidas (ten en cuenta que yo me hacía el desayuno y comida), actividades, e incluidas también mis clases de inglés. Todo.

María ha ido mirando con lupa los precios, porque reconoce que si se hubiera “despistado” se le hubiera ido mucho más dinero.

M.G.: ¿Qué es lo que te ha parecido más caro?

M: el transporte. Si vas por 15 días y tienes que moverte en autobús, te sale a cuenta cogerte el abono mensual (28 días = £72 /día) aunque sea por menos días.

M. G.: ¿La comida te pareció cara?

M: No, no me pareció excesivamente cara, lo mismo que te gastas aquí en euros, te gastas allí en libras, teniendo en cuenta que ellos manejan libras.

Y lo mismo el alojamiento, que me pareció barato porque… ¡vete aquí a un apartamento en la playa 15 días en Agosto! Yo he estado 4 semanas por 1400€, pero aquí los 2000€ no te los quita nadie.

Los espectáculos, el cine y la entrada a los museos es algo que sí me pareció caro.

Mientras Alicia se va a practicar un rato en su piano, damos por cerrada esta charla tan tan interesante… ¡Muchísimas gracias, María por tu valiosa aportación!

Seguro que se abren más interrogantes al leer esta serie de posts sobre inmersión lingüística en UK para aquellas personas que están planteándoselo a corto plazo, sobre todo porque cuando vas con niños no es lo mismo que cuando vas solo.

Sé que los seguros y la cobertura sanitaria son temas que pueden preocupar a muchos, pero para eso, ¡aquí me tienes! Plantea tu pregunta en los comentarios, que con mucho gusto te orientaré al respecto.

Cuéntame .. ¿qué te parece? ¿te irías? ¿cómo?

 

Inmersión lingüística en UK con una profesora y la mirada de su niña

Inmersión lingüística en UK con una profesora y la mirada de su niña

Inmersión lingüística en UK con una profesora y la mirada de su niña

María estuvo el verano pasado en Brighton con una familia. Su objetivo era pasar con Alicia, su hija, el mes y pico que tiene de vacaciones, para que la peque pudiera aprender inglés por inmersión.

 

Inmersión lingüística en las vacaciones de verano con una niña de 6 años

La inmersión es una particular forma de aprender idiomas, que consiste en permanecer durante un tiempo en un sitio donde se hable ese idioma, absorbiendo la cultura en general: costumbres, saludos, frases comunes, estudios, paseos, comidas, etc.

Alicia es una niña de seis años que acaba de cumplir 7 en Inglaterra y María es profe en España. Para ella, al igual que para otras muchas profes, lo de hablar y enseñar a su hija inglés van unidos de la mano.

María fue por primera vez a Inglaterra en 1990, durante un mes, sin saber prácticamente nada de inglés y al regresar de ese mes intensivo, notó que ya se defendía bien con el idioma.  De ahí que decidiera realizar esta experiencia con la niña y la he entrevistado estos días para que me cuente cómo ha ido. (Ángel, el padre de Alicia no podido participar de esta experiencia por motivos laborales y familiares, de los cuales hablaremos más adelante)

Aunque la mayor parte del tiempo, es María quien responde, Alicia es una niña con mucha personalidad, que interviene activamente en la entrevista para aportarnos su especial visión de este viaje:

MR: Yo quería ir con Alicia a Inglaterra. El objetivo era primero descansar yo, que descansara Alicia y el segundo objetivo estar las dos solas, que me parece muy importante. El tercero era, si podíamos aprender inglés, mejor que mejor ¿Por qué en Inglaterra? Porque lo mejor era elegir un país donde pudiéramos cumplir esos objetivos: estar las dos solas y de paso, aprender (o mejorar) un poquito el inglés.

Hay muchas cosas que se me habían olvidado de cuando estuve ese mes intensivo y otras que sí aprendí, pero cuando ya tienes un cierto nivel el progreso no es tanto. Sí incrementas el vocabulario y aprendes algunas expresiones. Yo he mejorado la pronunciación, que en eso me he centrado sobre todo en estas vacaciones: en mejorar la pronunciación y a la vez que la pronunciación, mejoras el listening.

Me hubiera encantado ir a la casa de una familia con la que hubiéramos compartido todo y eso lo puedes hacer solamente si la familia es tu amiga.

Como yo no tenía amigos allí, aunque intenté contactar con gente que conocía, la alternativa era buscarme un apartamento para nosotras solas o la otra opción era buscar una habitación con una familia.

Alojamiento: ¿Apartamento o familia?

Hablé con una madre del colegio de la niña, de aquí de Madrid, y me contó que el año pasado fueron ella y su pareja (españoles) con sus dos hijos, a un apartamento. Ellos me dijeron que la idea de ir a una casa era mucho mejor porque así tienes más inmersión.

Como yo no sabía cómo hacerlo, ella me recomendó una web que es Homestay donde te alquilan habitaciones y vas a una casa.  Por ahí empecé y como no me acababan de cuadrar las ofertas que veía en Homestay, me puse a buscar en Google “Equivalentes o alternativas a Homestay“ y me salió “AirBnB “.

Yo no conocía estas plataformas y me puse a buscar por una zona en la que no hubiera mucha afluencia turística, sobre todo española. Iba buscando más la zona de costa, porque siempre te entretiene, tienes más alternativas de ocio y buscaba un poco más hacia Norwich (más al norte). Es una ciudad bonita, me apetecía también una ciudad que no conociese.  Buscaba por los dos sitios: Norwich y Brighton.

Como Google hace de las suyas y te guarda todos los datos que tiene por ahí, entonces me llegó una oferta de “¿Estás buscando una casa en Brighton? Pues vente a mi casa” o algo así y encuentro por casualidad en Homestay, una casa en la que había niños.  

La plataforma facilita que el cliente y el anfitrión se pongan en contacto, así que me puse en contacto y tuve una entrevista por videoconferencia con el dueño de la casa a través de la propia plataforma de Homestay. En la entrevista apareció la niña pequeña de ellos. Yo veía que era una niña más o menos de la edad de Alicia (tenía 5 años pero parecía mayor a nivel de madurez)

Este tipo de plataformas funciona como una red social, donde la forma de establecer la relación se llama “de recomendación” y se usa mucho allí. Tanto los anfitriones como los huéspedes o inquilinos se van creando una marca en base a una recomendación, como ocurre con EBay.

AirBnB es muy particular porque tiene diferentes tipos de reserva. Una es la reserva de tipo inmediato, es decir, que tú reservas y en ese momento pagas y el propietario de la casa no tiene opción a decir que no. Otra es que tú lo solicitas y el anfitrión se reserva el derecho de admisión: aunque la casa esté disponible puede decir que no te hospeda porque no eres el tipo de huésped que le interesa.

M: Si bien estaban anunciados por Homestay y por AirBnB, ellos mismos me dijeron que me fuera a AirBnB, porque a través de esa plataforma tenían más margen de maniobra para hacerme una oferta mejor, porque yo quería 26 días.  

Entonces, como yo ya había hablado con el propietario, él lo hizo así:  puso la oferta de su casa en AirBnB y yo en ese momento hice la reserva y lo contraté por ahí.

La oferta, cuando la vi, eran 1800 €, pero cuando me hicieron esta oferta yo dando palmas con las orejas, claro.  (Ahora ya sé que no es la mejor forma de hacerlo porque lo pagué todo por adelantado: en el mes de mayo yo ya había pagado mis vacaciones 1400 y pico euros, todo, por 26 días)

Ellos dijeron que permitían el uso de la cocina, incluso me ofrecieron la posibilidad de cocinar para nosotros, pero sin el compromiso de tener que hacerlo y me parecía bien. Pero el día del viaje, recibo un mensaje a través de la plataforma de que el desayuno y la cena me lo pueden preparar y lo podemos tomar en la habitación.

Y eso me rompió los esquemas, me pareció negativo:  yo lo que quiero es comer con ellos, utilizar el mismo sitio que ellos utilicen para comer. 

Llegué a Inglaterra preocupada realmente y, en mi forma habitual de hacer las cosas, se lo planteé directamente: “Yo he elegido esta casa porque hay niños. Quiero que Alicia se relacione con los niños. Si no hubiera elegido otra casa para tantos días. El desayuno, vamos a probar, me lo puedo tomar en la habitación, pero la cena no me gustaría tomarla en la habitación”.

Alicia fondo bosque

Entonces, ya se lo dejé claro desde el principio: les dije que pusieran precio a la cena y a partir de ahí, me cobraban cinco libras por cada una de nosotras (lo cual me pareció razonable) y ya cenábamos con ellos.

El desayuno era fácil: tenía un refrigerador pequeñito en la habitación con lo cual me resultaba fácil tener leche, galletas y las tostadas para hacer. Y, como en cualquier caso, el desayuno iba a ser solas porque los niños estaban todavía en el colegio, lo eliminé desde el primer día y dejé la cena.

Ya ahí les estuve rompiendo sus esquemas, porque, si bien tenían tres habitaciones de Bed and breakfast, a todos los efectos la gente desayunaba en la habitación y ellos no estaban acostumbrados:  era la primera vez que cocinaban para alguien que estuviera alojado en su casa.

Aunque esto del hospedaje tipo Bed and Breakfast ya se estila en Madrid, realmente hay pocas casas aquí, en España, lo cual me despierta la curiosidad por el tema impositivo.
La conversación fluye de manera agradable con María, así que me atrevo a preguntarle:

M. G.: ¿Ellos en Inglaterra ponen Bed and Breakfast? Porque el B&B cotiza como un hotel con otra categoría…

M: No, no lo pueden poner. No creo que puedan.  En la casa no pone nada, pero clandestinamente no creo que puedan estar haciendo esto, a ojos vista. Todo el mundo lo sabe, que ellos tienen allí gente alojada: los vecinos, los padres de los niños. No es algo que se esconde, se anuncian en internet a través de Airbnb y de Homestay.

Parece ser que los impuestos los pagan a través de Irlanda. Es decir, de alguna forma se están “escaqueando”, pero eso es otro tema que yo no conozco.

Nosotros hemos estado allí, era un bed and breakfast, para todos los efectos.

 

Integración y relación con una familia con niños

Empiezo a notar que “No es oro todo lo que reluce” y si bien tiene pensado regresar al Reino Unido en sus próximas vacaciones, María deja bien claro su desencanto con parte de la experiencia vivida:

M: No ha sido una integración en la que se establece una relación. Ellos tienen un negocio y nosotros éramos clientes y ya está. No ha sido una familia que le interesara tener una niña, porque lo mismo les daba tener una madre con una niña que tener un abuelo con su perro, que una pareja o lo que fuere.

Es más: nosotros les hemos sacado un poco de su rutina. Yo creo que hemos podido llegar a ser hasta un grano en el culo, una molestia.

Ellos tienen tres niños, no tenían todavía living room porque estaban haciendo la casa poco a poco, entonces comían y cenaban todos en la cocina. No tenían otro sitio donde comer.

Además, en la otra habitación que tenían alquilada, había dos chicas francesas, estudiantes que habían alquilado la habitación por tres meses. Estaban contentos porque tenían dos habitaciones alquiladas: la mía, alquilada para un mes prácticamente y la otra para tres meses.

Eso, dentro de un B&B es genial, porque no tienes que estar cambiando sábanas y limpiando la habitación cada dos días. Es un buen negocio, han tenido un buen verano.

Las otras chicas utilizaban la cocina y yo enseguida entablé conversación con ellas, mi objetivo era que en la niña se relacionara. Pero claro, el problema es que ellos no querían coincidir con las chicas francesas por las cosas éstas de los ingleses de no relacionarse, no hablarse, no verse, no mirarse.

Entonces, nosotras cenábamos con las chicas y luego normalmente Alicia se subía a jugar con los niños. Digo “subir” porque las habitaciones estaban abajo y ellos vivían arriba.  Yo no sé lo que había arriba porque nunca subí, con lo cual no es una familia con la que yo he estado. Era una habitación con derecho a cocina y luego sí Alicia se relacionaba con ellos durante la comida y jugaba con los niños.

Alicia se acerca curiosa e inquieta por saber si le estamos grabando la cara y cuando le digo que es sólo la voz, se tranquiliza y aprovecho para preguntarle por la casa, a lo cual responde ya sin timidez:

Alicia en UK

M. G.: ¿Y teníais cada una una habitación?

A: no, dormíamos en la misma habitación y había un jardín. Y por la habitación no se podía salir directamente al jardín. Se salía por detrás, por la cocina.

M. G.: ¿Y qué veías desde la habitación, Alicia?

A:  Se veía la calle.

M. G.: Y la tele estaba en inglés ¿y qué veías en la tele?

A: My Little pony y poco más. Todos los días desayunábamos en la habitación.

M. G.: ¿Alguna cosa especial inglesa?

A: Unas galletas de chocolate.

M: Si Alicia tenía que ir al campamento, desayunábamos más temprano y ahí ya teníamos que aligerar un poquito para llegar a tiempo. Pero si Alicia no tenía que ir al campamento, nos levantábamos más tarde y desayunábamos a las 10 de la mañana.

No se sí te acuerdas que me metía contigo en la cama un rato, veíamos la tele, contábamos cuentos, jugábamos debajo del edredón…

La niña ríe divertida recordando dulces instantes de juegos y yo pienso en aquellas pequeñas cosas cotidianas, que permanecen en nuestro recuerdo cuando somos niños… ¿Quién no recuerda ese aroma de un desayuno preparado por unas manos amorosas?

Alicia cumplió sus 7 años mientras estaba en Brighton y lo pasó realmente muy triste… Ya han pasado unos meses de esto y casi no recuerda esa tristeza, aunque la experiencia dejó un sabor agridulce a su mamá. Son los primeros “choques” culturales de lo que constituye una verdadera inmersión en un país, aunque de eso hablaremos en la próxima entrega de esta entrevista.

Cuéntame qué tipo de experiencias has tenido con plataformas como Homestay, AirBnB o ¿de qué otra forma te irías?